En nuestro país era utilizado por entonces en la producción de papel tipo Kraft, sulfuro de sodio, detergentes (jabones caseros y en polvo), en industria vidriera, en textil, en cerámica, en la industria “química pesada” y en escala más reducida, en la industria farmacéutica.
La primera concesion minera fue dada por la provincia en 1909 a Minas Epecuén, siendo luego solicitadas por propietarios de campos con costa de laguna. La mecánica era sencilla, se contrataban peones o "salineros" que con palas, durante el invierno, extraían mediante carros hacia la costa el preciado mineral. Allí se emparvaba y se dejaba escurrir cierto tiempo para embolasarlo y trasladarlo al ferrocarril.
En los años 40 se afincó una planta elaboradora de Sulfato de sodio, es decir que, mediante procesos artificiales de enfriamiento se imitaba a la naturaleza, permitiendo extraer y vender durante mayor tiempo. Hacia 1977 la situación se agravó porque desde la provincia se permitió la radicación de otra empresa explotadora que duplicaría la extracción del mineral. Se efectuaron asambleas públicas, reuniones con el gobernador, disputas y peleas políticas que no llegaron a ningún puerto, pues había intereses creados dentro de los estamentos gubernamentales y militares del momento.
Hacia 1980 la laguna comenzó a incrementar su caudal producto de las lluvias lo que provocó la inundación de las plantas industriales que estaba en sus costas, pero lo mas importante que la gran disolución de sus minerales y sales no permitió que se produzca el proceso químico natural.
La laguna Epecuen, pese a los esfuerzos de sus habitantes, continuó creciendo hasta inundar la villa turística en 1985. El agua dulce nunca dejó de ingresar hasta superar en 7m el nivel normal histórico. El equilibrio natural estaba totalmente roto.
A partir de 2002, la laguna ya aislada por obras hidráulicas que impedían el ingreso de agua dulce, comenzó a bajar de manera constante y a saturarse de sales nuevamente.
Una década más tarde, un día frío de junio de 2012 la costa se blanqueó de sulfato. Hacía más de 30 años que esto no sucedía. El equilibrio estaba volviendo a la maravillosa Epecuén.