Luego de fundado el pueblo, se da una explosión de inversiones, tanto foráneas como locales. En ese marco nacen nuevos emprendimientos balnearios, nuevos hoteles y hasta intentos de conformar otros pueblos en distintos sectores de la laguna Epecuen.
A mitad del camino entre Carhué y Epecuén, esta sociedad de capitales carhuenses, para la temporada 1922 había instalado casillas para vestuario y duchas.
Poco después inician un ambicioso proyecto de dotar de un complejo para baños con agua caliente.
Vista exterior del Pabellon de termas de la Soc. Balneario Termas Epecuén. 1926ca
Poco a poco van mejorando sus instalaciones para los baños de laguna con una gran rambla costera y a sus lados los sectores de servicios.
Memoria y Balance de la sociedad Bal. y Termas de Epecuen.
Carnet entregado/vendido como souvenirs con distintas imagenes de Epecuén y estadísticas demostrando su importancia.
Vista exterior del Pabellon de termas de la Soc. Balneario Termas Epecuén. 1926ca
Finalmente sobre 1926 logran inaugurar el primer complejo hidrotermal de la provincia. Habían pasado apenas 4 años de fundado el pueblo Epecuén.
Publicación de la Revista El Hogar de 1927 con imágenes de Epecuén.
Poco después de recibirse en Carhué la novedad de que a 8km se habilitaría un primer balneario en la laguna, un conjunto de vecinos con fuerte presencia social, política y económica, se reúnen y conforman la Sociedad Anónima BALNEARIO Y TERMAS DE EPECUÉN (29 de agosto de 1920). Fue la reacción local ante la avanzada del grupo foráneo de Vatteone.
El objeto de esta nueva sociedad era facilitar a los bañistas comodidades para aprovechar sus aguas medicinales y para ello se proponían constituir y explotar un balneario económico más cercano a Carhué; construir un edificio para hotel, restaurant, bar; sitios para pic-nics, regatas y juegos atléticos; establecer vías de comunicación entre el pueblo y el balneario, construyendo un tranvía o gestionándolo. Sus objetivos contrastaban notoriamente con el de la S.A. de Vatteone ya que no se disponía un loteo y sus fines no era meramente económicos. Su principal ventaja era la cercanía a Carhué.
Su primera temporada también se lanzó en el verano de 1921 y sus servicios consistieron en simples cuerpos de casillas para comodidad del bañista. Para la temporada 1922-23 se montaron nuevas casillas y una rambla de 34 metros frente a la laguna con bajada, dado que se ubicaba sobre una alta barranca.
Para la temporada siguiente ya se contaba con 180 casillas y se habían expedido 38765 boletos, contando con una orquesta estable y confitería en su rambla cubierta, lo que probablemente lo hizo más popular y concurrido que el balneario de don Arturo Vatteone que se perfilaba ya como un exitoso loteo.
Promediando el verano de 1926 se concluyó finalmente el primer pabellón para baños termales que colocó la sociedad en una inmejorable posición puesto que cubría una oferta que no tenía Epecuén.
Las instalaciones del Balneario y Termas Epecuén tuvieron un corto apogeo cuando dos factores la hicieron perder impulso: por un lado el crecimiento exponencial del Pueblo Mar de Epecuén con hoteles con baños termales propios y el desarrollo del complejo Minas Epecuén; y por el otro, la bajante de la laguna a partir de 1930 que dejó alejadas sus instalaciones del agua.
Sin embargo continuó brindando servicios. En los años 40 se vuelve a hacer una fuerte inversión para la nueva ola del turismo que llegó con el peronismo. Por muchos años más continuó funcionando pero sin brillo, pese a nuevas generaciones de vecinos en sus cargos directivos y mejoras.
El hecho de que se estaticen las instalaciones de Minas Epecuén hizo que se cobre el baño termal muy por debajo del costo, uno de los motivos de su decaimiento. Aquella ventaja inicial de estar cercana a Carhué, ya en los 50 era una clara desventaja. El alojado en Epecuén debía movilizarse más de 3500m para llegar a este pabellón.
En 1968 por Decreto la municipaldiad toma posesión sin haber ninguna oposición, dado que ya no había interés de nadie. Al poco tiempo todo se demuele.
Visitas de delegados del F.C.S. durante la construcción del nuevo balneario en una isla cercana a Carhué.
Estatutos de la sociedad. 1925
Durante la construcción de dicho balneario, copiosas lluvias dificultaron la continuidad de las obras.
Espigón peatonal de acceso al Balneario Carhué (Sobre la Isla).
Plano del complejo Balneario y Termas de Carhué (sobre la Isla.) Estaba dispuesto sobre un lote de 64ha. totales, varias cubiertas por la laguna.
Una Acción del Bal. y Termas de Carhué. Muchos vecinos de Carhué invirtieron en esta sociedad anónima.
Vista de las casillas para vestuarios y duchas del nuevo balneario cercano a Carhué.
Recuerdo de Epecuén en formato carnet con los balnearios y algunos datos estadísticos de los mismos.
Fue otro emprendimiento que nació en plena ebullición turística de Epecuen en la década de 1920. El 27 de Mayo de 1923 un grupo de hoteleros, comerciantes y profesionales de Carhué, entre ellos Vicente Sanz (Colegio San Martín, docente), Pedro Mangiarotti (Hotel Roma), José Enrico (Hotel Gloria), Salvador Morrone (Sala Velatoria), Juan Amadó Cattaneo (Panadería Francesa), Blas Ciancaglini (Martillero), Vicente Herrera Murillo (Farmacéutico), Ramón Alves (Hotel España), Enrique A. Isasi (Pensión Isasi), José Pagnoni (Epecuén Hotel), Pedro Arruabarrena y Francisco Piccone (Hotel Carhué), se reunieron con la finalidad de crear un balneario popular y más cercano aún al pueblo que permitiera que sus hospedados no deban viajar diariamente al incipiente Epecuén a cualquiera de sus opciones.
Para tal proyecto se adquirió un predio de 64ha cercano al actual Cristo del Camino, en un islote que se encuentra en línea directa, a continuación de la avenida Colón de Carhué. A diferencia de las otras sociedades que emitieron pocas acciones pero de un valor mayor, ésta emitió 2000 acciones de $100 con la finalidad de que muchos puedan aportar en su crecimiento. Para llevar a cabo este proyecto se debió construir un terraplén que uniera la costa con la isla. Ante la dificultad la Sociedad solicitó al Ferrocarril Sud apoyo de trenes especiales con carbonilla y durmientes. La construcción no fue sencilla. A medida que se iba levantando el terraplén, se extendían las pequeñas vías tipo “Decauville” que eran usadas para el traslado de los materiales necesarios en la construcción de las instalaciones, en el seno de la isla. Durante 1923, en plena construcción, copiosas lluvias hicieron que finalmente el terraplén quede inutilizado al subir el nivel de la laguna y se deben trasladar los materiales en botes tirados por caballos, sobre las mismas vías. Si bien la idea era el acceso vehicular, al momento de la inauguración del balneario se debió construir una pasarela de madera que solo permitía el tránsito de personas, tal lo demuestran las fotografías. Una publicación decía: “Con este balneario se ha resuelto el problema de evitar el gran trayecto que había hasta la fecha para ir a los baños, que además de ser incomodo era sumamente caro el viaje” Continúa la misma agregando que el proyecto contaría con 200 casillas para baños, 50 de las cuales con agua caliente, además un gran confitería con salón de baile, cancha de tenis, gimnasio, etc. Las instalaciones construidas hacia 1924 finalmente consistían en alrededor de 100 casillas y un edificio para usos variados. No tuvo el éxito esperando pese al empeño de su directorio ya que pronto padecieron los vaivenes de la laguna que al momento de entrar en funcionamiento, comenzó a bajar y retirarse. Se iniciaba aquí un ciclo de reducción de la laguna que dejaría a los balnearios y loteos peor ubicados fuera de competencia, sin importar acciones ni dinero invertido. Pronto la “isla” comenzó a quedar unida a la costa, el agua se comenzó a alejar de las instalaciones y para 1928 ya estaba en desuso y abandonado. Tan solo 3 o 4 temporadas cuenta su corta historia.
Publicidad aparecida en El Gráfico. 1925
Nombre de la futura nueva ciudad en la costa oeste de Epecuén.
Publicidad aparecida en El Gráfico. 1925
Publicidad aparecida en "Album Radical". 1924
Publicidad aparecida en El Gráfico. 1925
Imágen satelital con la ubicación de "Epecuén Ville" y "Villa Sauri" loteos en la costa Oeste de Epecuén.
Publicidad loteo Epecuen Ville. Album Radical 1924.
Publicidad aparecida en El Gráfico. 1925
Decreto de 1930 desestimando el Loteo Epecuen Ville. Sin embargo sus propulsores continuaron vendiendo lotes.
Lancha de paseo. Finales de los años 20.
Recibo del "Hotel La Salud" del lago Epecuén, de la familia Gorostegui. 1929
Anuncio del remate y demolición del "Hotel La Salud" de Gorostegui. Semanario "El Pueblo". 1936
La bajante de Epecuen dejó al descubierto las piletas termales del Hotel La Salud, de Gorostegui Hnos.
La bajante de Epecuen dejó al descubierto las piletas termales del Hotel La Salud, de Gorostegui Hnos.
Afiche del loteo "Villa Sauri". Recorte del plano del pueblo. En rojo los vendidos y con edificación. 1927ca
Afiche promocional del loteo Villa Sauri. 1927ca
Mapa catastral de Adolfo Alsina con la ubicación de Villa Sauri y Epecuén Ville. Años 40.
Documento de la Compañía CESAS, extractora de sulfato en Villa Sauri. 1944.
Planta elaboradora de sulfato CESAS en Villa Sauri. Años 40.
Roque Pagliuca y Dominga, propietarios en Villa Sauri.
Villa Sauri. Años 60. Frente al boliche de Pagliuca. Foto gentileza Juan Carlos Martín y esposa.
Villa Sauri. Años 60. Foto gentileza Juan Carlos Martín y esposa.
Villa Sauri. Años 60. Foto gentileza Juan Carlos Martín y esposa.
Empleado de Yacimientos Salinos Tres Lagunas, Juan Carlos Martín y esposa en Villa Sauri. Años 60.
Casas pre fabricadas levantadas por la fábrica Yacimientos Salinos Tres Lagunas para sus operarios. Años 70. Gentileza Familia Moreira.
Trabajo realizado por Cordini a pedido de la empresa, relevando el potencial de sulfato de sodio en la laguna. 1959
Escuela Nº 35 "Carlos Moreira" de Villa Sauri. 1977
Escuela Nº 35 "Carlos Moreira" de Villa Sauri. Años 70
Sin descripción disponible
Con el mismo objetivo inmobiliario e inspirado en la idea de don A. Vatteone, hubo dos intentos de conformar pueblos en las márgenes de la laguna: Epecuén Ville y Villa Sauri, ambos en la costa Sudoeste de la laguna, bastante alejados de Carhué.
El loteo “Epecuén Ville” de 1924, pretendía, en una mezcla de vocablos nativo y francés, fusionar la magia de las aguas milagrosas usadas por nuestros nativos, con el adelanto de las ciudades termales Francesas.
Con sus iniciales 425ha, procuraba convertirse en el mayor proyecto inmobiliario, siendo incluso mucho más ambicioso que el ya establecido “Mar de Epecuén”.
Fueron sus ideólogos dos hermanos franceses, radicados en Pigué, don Alberto y Pablo Alric quienes habían adquirido unas 5000ha de campo en esa costa. Fueron muchos los compradores que creyeron en este sueño, logrando para marzo de 1925, un total 433 lotes vendidos a 152 personas de distintos puntos del país.
El pueblo contaba con calles avenidas de 15 metros de ancho, 1 plaza principal y 11 secundarias. Todas las plazas estaban conectadas entre sí por diagonales haciendo de Epecuén Ville un pueblo verdaderamente pintoresco. Otra de las particularidades de Epecuén Ville era la desigualdad y no uniformidad de las manzanas, teniendo un total de 14 tipos con formas y superficies diferentes.
Ante ciertas críticas técnicas efectuadas por las autoridades competentes, se debió presentar un replanteo que reducía el loteo a 100hs. Ante el incumplimiento de varios postulados legales, el loteo Epecuén Ville sería rechazado por resolución del 30/10/1929, siendo este su tiro de gracia.
El fracaso del proyecto se debió a varios factores: la ubicación poco estratégica y alejada de todo centro urbano, la no aprobación del replanteo y el irremediable alejamiento de las aguas de sus costas, que sumando a la falta de inversores que erigieran rápidamente construcciones, hicieron de Epecuén Ville una triste anécdota inmobiliaria.
Poco después, fallecería Alberto Alric (1932) continuando su viuda, Juana Scheller de Alric, vendiendo algunos lotes, pese a no estar aprobado oficialmente. Nunca se llegó a construir nada en ese loteo, si a escasos metros del mismo se levantó un hotel y termas llamado “Hotel La Salud”
HOTEL LA SALUD
Este emprendimiento nació un poco asociado a Epecuén Ville. Sus promotores idearon un proyecto que dependía en parte del éxito de los hermanos Alric. Fue quizá este hotel uno de los fracasos más estrepitosos que esos años primigenios de la historia de Epecuén.
Ante este fastuoso proyecto de los Alric de una ciudad de 425ha, los hermanos Juan Cruz y José Gorostegui, nacidos en Uruguay, alrededor de 1926 y mediante un gran crédito bancario decidieron emprender uno de los mejores proyectos para la costa de Epecuén: un hotel con baños y piscinas termales que debieran ser el faro que apuntaba a ser como la “Futura Ciudad Balnearia de Argentina”.
El emprendimiento fue bautizado “Termas Y Hotel La Salud Del Lago Epecuén” y tuvo un concepto moderno de aprovechamiento de las aguas de la laguna, estando sus dependencias dispersas en las 28ha adquiridas y por ello pronto se lo conoció popularmente como “Villa Gorostegui”.
El hotel llegó a contar con capacidad para 100 hospedados, rodeado de profusa vegetación, fundamentalmente de tamariscos, que dibujaban distintas avenidas y paseos, los que conducían a distintos sectores del predio y a la costanera, especialmente diseñada.
Sobre la costanera se habían levantado pabellones de madera sobre plataformas de hormigón armado, poco común y prácticamente desconocido en la zona. En la costa se habían dispuesto, dentro de estos pabellones 3 piletas de agua salada termalizada, distanciadas una de otras pero conectadas por cañerías que le daban circulación constante de agua.
El lugar se complementaba como un paseo costanero también de hormigón, que desembocaba en un amarradero para las lanchas del establecimiento que eran utilizadas para excursiones al pueblo “Mar de Epecuén”, amarrando en el espigón del “Hotel Las Delicias” o en el “Balneario Carhué (Sobre La isla)” en donde se les brindaba almuerzo y algún show, para luego regresar.
En 1927, de lo poco hallado en cuanto a noticias del “Hotel La Salud” se mencionan los festejos del 9 de julio en el Hotel “Gorostegui”, propiedad entonces del señor José Pagnoni con lo que es de suponer un cambio de gerente o arrendatario.
LOS DUHALDE GOROSTEGUI
Hacia 2008 el Ex presidente Eduardo A. Duhalde comentó al intendente local Alberto Gutt que su familia materna, junto a su abuelo Duhalde habían poseído un hotel en Epecuén y que de esa explotación habían salido muy mal económicamente. Juan Cruz y José Gorostegui habían tenido un hotel y que consideraban que era uno de los primeros de Epecuén.
Una hermana de estos, Joaquina Gorostegui, se casó con José María Duhalde de cuyo matrimonio nacieron 8 hijos, siendo uno de ellos Tomás Duhalde Gorostegui, quien fue el padre del Dr. Eduardo Duhalde, varias veces gobernador de la pcia de Buenos Aires y Presidente de la República Argentina.
Entre las causas de su ruina, se pueden aventurar varias: por un lado el fracaso del loteo “Epecuén Ville” de los Alric, que no logró materialización ninguna construcción, pese a los cientos de compradores de lotes.
Por otro lado el escurrimiento natural de la laguna que había pasado de años de gran caudal, acaecidos entre 1910 y 1920 a una interminable "sequia" a partir de entonces.
Otra de las causas de su fracaso comercial fue la distancia con las estaciones ferroviarias Carhué y Epecuén: Para llegar al “Hotel La Salud” se debía recorrer 20 kilómetros desde Epecuén por caminos vecinales, arenosos y anegables en las lluvias. Si el visitante arriba a Carhué, debían desandar 30km. La Estación Tres Lagunas fue la más carcana, a poco más de 8km pero no cambió su destino.
Finalmente, el 30 de agosto de 1936 se remataron todas las existencias, útiles y enseres de lo que había sido esta verdadera “Villa”.
En 1959 José Noel pasaba a ser propietario de dicho lote de 625 x 450m que fuera el “Hotel y Termas La Salud”, quien posteriormente (1975) vende a la Firma Yacimientos Salinos Tres Lagunas, su actual propietario.
Todo ese sector de la laguna junto a esos sueños, poco a poco se irían olvidando, siempre al ritmo de la bajante de la laguna. Durante décadas las arenas lo fueron cubriendo todo hasta que en los años 80 la laguna cubrió ese sector. Hoy, a casi un siglo, el agua ha desenterrado parte de ese importante establecimiento termal.
El BALNEARIO Y LOTEO VILLA SAURI
La Villa Sauri fue un loteo inmobiliario con pedido de fundación de un pueblo, que también tuvo sueños de grandeza en estos efervescentes años. Se ubicaba a 3000 m de Epecuén Ville y escasos 5000m de la Estación Tres Lagunas (FCS).
De ambos loteos, se puede decir que fue el más exitoso, aunque no haya prosperado como un loteo inmobiliario con fines turísticos.
Hacia 1926 don Diego Sauri Pujol adquirió tierras a Manuel Gálvez, al igual que los hnos Alric y se lanzó al mismo momento a la aventura inmobiliaria de fundar una población, vender los lotes y hacer un buen negocio. A la par solicitó concesiones mineras e inició acopio de sulfato de sodio.
El loteo fue autorizado el 8 de Octubre de 1927 por el HCD de Adolfo Alsina. Ante la poca demanda -tan sólo se habían vendido 12 lotes- en febrero de 1930 el rematador local Blas Ciancaglini efectuó un gran remate, para lo cual se confeccionó un afiche promocional con plano, características y atractivos para los inversores. Allí figuran 28 manzanas, con un total de 500 lotes aproximadamente, varias fracciones y los nombres de las futuras arterias. Se avanzó también en el demarcamiento de los lotes mediante estacas.
Don Diego Sauri comenzó a explotar el sulfato de Epecuén y por ello al poco tiempo ya había un núcleo poblacional en las cercanías, consistente en los trabajadores que hacían la extracción a pala y chatas tiradas por caballos.
Cómo el desarrollo inmobiliario no prosperó de la manera esperada, hacia 1943 logró instalar una planta de elaboración de anhidro, denominada C.E.S.A.S (Compañía Explotadora de Salinas Argentinas del Sud) con asiento en Buenos Aires la que comenzó a buscar trabajadores para la extracción y acopio del sulfato, traslado a la planta, tratamiento, embolsado y acarreo a la Est. Tres Lagunas.
Con la radicación de la planta, sumado a nuevas condiciones sociales y económicas vinculadas a las políticas peronistas, se desempolva el proyecto de Villa Sauri. Así, en 1948 se efectúa un re planteo del loteo, ahora más grande, con espacios para plaza y reservas para edificios públicos. Con 100ha y 50 manzanas, se consignan dos construcciones, por un lado la Planta C.E.S.A.S. con su administración, y por el otro la propiedad de don Roque Pagliuca que databa de los años 30.
El paraje alcanza un cierto auge entre los años de 1949 y 1952 a contarse más de 150 propietarios, según ARBA.
En ese efímero “auge” se levanta un hotel de doce cuartos llamado “Villa Clarita” de don León Marcovich, de la colectividad de Rivera. Se cuentan luego las pensiones de Roque Pagliuca, Venancio Zavalía y “San Miguel” de Miguel Herner,. También algunos trabajadores de la planta levantan pequeñas casas de adobe en parcelas otorgadas, dando el aspecto de un pequeño reducto poblacional.
LA FABRICA DE MOREIRA
En 1952 Diego Sauri Pujol se asocia con la firma “Carlos Moreira & Hnos y conforman “Yacimientos Salinos Tres Lagunas”, en base a la primitiva fábrica C.E.S.A.S.
Con esta nueva empresa, la Villa Sauri adquiere una población importante que algunos recuerdan fue superior a 100 personas. Muchas familias a partir de ese momento se establecieron, levantaron pequeñas construcciones, incluso la fábrica les otorga viviendas pre-fabricadas.
La planta funcionó hasta casi 1980 cuando la crecida de Epecuén imposibilitó la extracción de sulfato y luego anegó las instalaciones. Eso motivó a que todo el paraje sea abandonado.