El Hotel Las Delicias es inaugurado en 1926 siendo sus propietarios Francisco Lacabe (Arg.) y Cayetano Latrónico (Ital).
La obra fue encargada al constructor piguense Domingo Orest. Oresti fue el mismo que erigió en 1921 el Plage Hotel.
En 1930 ante el retroceso de las aguas construye un espigón de más de 250 metros para brindar comodidad en el baño a los veraneantes tanto del hotel, como los de Carhué y otros establecimientos, siendo la idea original uno de 600 metros para alcanzar un metro de profundidad, conteniendo en su extremo una pérgola con comodidades y escaleras de bajada, contando también cada 100 metros con asientos y escaleras. Ante las críticas el Propietario Francisco Lacabe aclaraba que sería para todos los veraneantes y que se pagaría una pequeña cuota. “Actualmente ya tenemos construidos doscientos cincuenta metros y quedará terminada para el próximo mes de diciembre." Sin embargo el espigón se emplazaba los 5000m de costa que tenía en concesión Minas Epecuen, también propietaria de un hermoso Espigón. Esta sociedad exigió y logró el desmantelamiento del Espigón del hotel Las Delicias, alambrando todas sus propiedades costeras, siendo esto un hecho que conmocionó al sector, al punto que el Gobernador debió emitir un decreto declarando la laguna de Bien Público como única alternativa para que Minas Epecuén levante el alambrado y permita el ingreso de gente a la laguna a darse baños.
El Hotel Las Delicias hacia 1940 contaba con 1729 m2cubiertos (1466 m2en planta baja y 263m2 en primer piso), 1 hall, 3 comedores, 33 habitaciones, 4 cocinas, 8 baños, 3 locales o negocios y 4 dependencias en planta baja. En planta alta eran 14 habitaciones y 1 hall.
A finales de 1945 adquieren la parcela 4 de la misma manzana al sr. Juan Bautista Poggi. En dicho parque se construyó posteriormente una pileta con agua del lago Epecuén, baños termales internos y “solarium” para baños de barro y sal.
En 1945 la propiedad pasa a Elisa Moretti de Latrónico sobre sucesión seguramente por fallecimiento de Cayetano Latrónico. Ya en 1946 es adquirida por Tobias Schnaider de Capital Federal quien en julio de 1947 se lo vende a los srs. José Zuckerberg, Simón Rittor y Aarón Israelson. Finalmente éstos en 1948 le transfieren a Abraham Wertheim en una cifra que batió un record inmobiliario para Epecuén, según crónicas periodísticas de la época.
A fines de 1975, ya en estado calamitoso es adquirido por Isaías Miguel Dayan también de Capital Federal quien proyectó recuperarlo, sin embargo bajo varias denuncias de salubridad es cerrado. En 1983 lo dona a la AsociaciónIsraelitaArgentina Tzeire Agudath Jabad. En 1984 el HCD solicita y logra su demolición.
EL “LIBRO DE ORO”
El hotel implementó en 1929 un libro para que los turistas registren su paso por Epecuén y dejen sus impresiones: el primero en firmar un 29 de enero fue el Dr. Baldomero Gayán, ex Ministro Consejero de la Embajada de Madrid..
Fue firmado por última vez el 21 de marzo de 1949, quedándole aún algo menos de 30 páginas para ser culminado, quizá hasta el verano de 1948, coincidentemente cuando ya estaba en nuevas manos.
Algunas de las frases que se pueden leer en el libro:
“-Viajero que llegas aquí como yo en pos de lo desconocido.-
Si vienes a estos lugares en busca de diversiones fantásticas no te detengas. En este rincón delicioso solo la Naturalezaes la reina y no permite en sus dominios nada que no sea recogimiento y silencio.
Pero, si te deleita el soñar, quédate a participar de los encantos de tanta hermosura y de este milagroso lago cuyas brisas alcanzan a acariciar las almas que ensimismadas la contemplan y entonces, ante una soledad tan majestuosa quizás puedas pensar – ¡Soy mas Bueno!. Raquel A Montes. 4 de abril 1933. Hermosas frases de una gentil turista que ha recorrido mucho mundo.”
“Los que no encuentran campo propicio en éste balneario son los Cocót, los que abundan en las aristocráticas playas veraniegas. Marcelino Zorrilla. Febrero 3 de 1934. Acaudalando rentista y turista mundial, asiduo concurrente a estas playas.”